Un viaje de inicio de año...

Un viaje inolvidable a un hermoso rincón de mi país lleno de magia, con mucho miedo y expectativas ante algo desconocido pero que deseas conocer... En algo así invertí mi tiempo sin clases... Pude dar un largo viaje en compañía de dos personas que de conocerlas me di cuenta de lo especiales que son... dos pequeños animalitos, uno más simpático que el otro... y de una persona super especial que se ha ganado un lindo puesto en mi corazón...


Más de 9, diría casi 11 con sus respectivas paradas pero llenas de conversaciones varias, musiquita rica y un paisaje más que espectacular...

Al llegar allá fue especial observar la paz y la tranquilidad que te brindan los Llanos venezolanos, la paciencia de cada animal. Delicioso olvidarse del tiempo y simplemente gozar de momentos con luz del sol y momentos sin luz de un cielo que se quedaba pequeño ante tantas estrellas. Allí conocer compartir con un grupo delicioso de personas, que me hicieron sentir como en familia y poco a poco sentir confianza y perder ese temor a ser un alguien extraño en un ambiente de conocidos.

Un animal, un poquito más grande, diría que con un corazón especial también compartía con nosotros. Kai se convirtió en un niño más del campamento y seguro que lo pasó tan bien como yo...


Viajes espectaculares de día, de noche, al atardecer, perdiéndose entre un río, algunos peces, un cielo de colores adornado con nubes con todo tipo de formas...



Por horas un sol espectacular que podría achicharrar a cualquiera y que hace que te refresques en un río delicioso con la temperatura "perfecta"... Platos deliciosos de comida, desde pescado hasta carne... y no podía faltar un whiskycito o una cervecita...


Lo más especial, TÚ, conmigo y todo lo especial que pudimos compartir... Los deseos bajo las estrellas y las palabras bonitas que salieron del corazón... WOW, qué rico!... Gracias...


{Escrito el 22/01/08 a las 12:03p.m. en Clase de Ambientes Marinos}