La historia, puede ser un poco linda… la realidad tras ella no tanto… pero aquí está la razón por mi ausencia de 15 días en el blog… aquí les explicaré muy muy muy resumida esa experiencia grandiosa como lo es el Campamento Misión… por la que estuve trabajando y esforzándome… por la que traté de formar y formarme…
A tan sólo 20 minutos de mi casa en Maracay, de mi Colegio, de mi zona del día a día existe un lugar escondido tras un montón de fábricas y de una ocupada zona industrial y rodeado por toda la basura literalmente de la ciudad… Allí está el barrio San Vicente, y casi al final, vecino de un Lago de Valencia que con terror vemos que cada vez se acerca más, está la Escuela Taller San Marcelino Champagnat… una obra Marista, otra obra más de Marcelino… en ella un edificio principal con 6 salones para ofrecer clases de 1ero a 6to grado, la dirección, etc… unos talleres en otro de los edificios… un parque un poco deteriorado… “canchas de fútbol”… y mucho terreno con mooonte y animalitos!... En fin, es un lugar mágico y lindo dentro del desastre de barrio!
Allí vivimos 13 días… quiénes? Pues los muchachos de mi Carabela NESO…
en total 18 chamos entre 16 y 17 años junto con Guille, el Gus y yo… 
La labor fue muy bonita… durante el día nos dedicamos a pintar paredes y el parque, lijar y barnizar los pupitres, calar los árboles, entre otras cosas…

pero lo mejor fue por la tarde… a las “3:00 p.m.” las rejas de la escuela (porque los muros los saltaban) se llenaban de chamos, de todas las edades, que gritaban desesperados “ya son las 3”… para que saliéramos a jugar…

Llegamos a tener hasta 200 chamos o más, es imposible contarlos… de todas las edades 0 años a 20 años… y con ellos nos divertimos un montón… pintamos, jugamos con plastilina, con paletas de helado, globos, títeres, etc…

o simplemente pasábamos la tarde “jugando” fútbol… lesionándonos las rodillas… simplemente sacando sonrisas… eso es lo mejor!

Durante el campamento hubo un día especial, las familias nos visitaron… fue lo máximo… a mi me fue a visitar mis hermosas inquilinas (Kc y Lau), mi Hemanito con su pana Alexi, Carlos y Astrid y por supuesto mi Mamá!

La pasamos buenísimo… comimos rico… porque cabe destacar que durante todos esto días son los chamos, con mi ayuda, los que cocinan… imagina un pabellón para 21 personas… pero no nos podemos quejar de la comida…

Dormíamos en los salones y allí también hacíamos las reuniones para las oraciones y celebraciones… los chamos se botaron con las ambientaciones y de verdad que el ambiente que se vivió a nivel espiritual fue bastante hermoso...

En dos ocasiones fuimos a la misa de la capilla cercana… tuvimos cierto contacto con la comunidad…
Para el último día organizamos la fiesta… con un total de millones de niños… dos piñatas... litros y litros de refresco…fue genial… bueno, casi muero aplastada por una turba de niños, pero creo que valió la pena…


El campamento contó con la gran ayuda de donaciones como las piñatas de Happy Fiesta, el material de papelería de la Papelería Real, entre otras… y cosas importantes como Kilos y kilos de Corn Flakes y Litros de CocaCola… Muchos, bastantes… pero fue genial…
También pudimos donarle alimentos a familias cercanas… y Corn Flakes para todos los chamos… así como balones de fútbol donados por la Cocacola…


Es impresionante que a pesar de toda la necesidad y la violencia en la que viven, aún existan esas caras de felicidad, de esperanza… de niños como éstos… que para mi son mis preferidos… José, Pasi, Clima, Cristian, Capino… simplemente chamos que voy a querer toda mi vida y que quiero desde hace 6 años que visito y que comparto vida en esa Escuela…



En fin, una experiencia espectacular… única… mágica…
Aun faltan millones de detalles… millones de cosas por decir… pero sencillamente están guardados en mi mente y en mi corazón… y en ese Timón Amarillo, que ahora llevo en el pecho y que significa un mayor compromiso con ellos!!!